Son muy pocas las personas que realmente reconocen y aceptan el poder destructivo que ejercen los medios de comunicación por medio de las noticias negativas y efectos en la salud mental y sistema nervioso. Se vive en una época donde si el tema presentado no es negativo entonces no es considerado noticia. Analizando hace unos días el contenido de un canal de television hispano, de diez noticias una era positiva. No solamente el periodismo actual se burla de la inteligencia de su audiencia sino también explota el estado emocional de ellas con una manipulación extremista.
Esta comprobado que la exposición constante a tragedias afecta al sistema nervioso evitando poder alcanzar un estado mental estable y tranquilo. La fisiología humana esta creada para secretar hormonas como el cortisol y adrenalina para controlar el estrés. Idealmente, una vez de haber pasado el miedo o susto, el organismo regresa a su estado normal (homeoestasis). Lamentablente, debido al frecuente exceso de negatividad que uno esta expuesto, el sistema nervioso no llega a restablecerse del todo.
Durante años, científicos y médicos han adquirido conocimiento de los frecuentes efectos del estrés a la salud física y fisiológica. Con el tiempo, reacciones al estrés afectan al organismo. Investigaciones clínicas han sugerido que el estrés crónico contribuye con la hipertensión, promueve la formación de cuágulos sanguíneos dentro las arterias y produce cambios en el cerebro que contribuyen con el desarrollo de ansiedad, depresión, insomnia y adicción.
Además de evitar las tragedias y malas noticias televisadas, es importante integrar técnicas para reducir los niveles de tensión. La actividad física, una alimentación balanceada y apoyo social por gente positiva es imperativo. El consumo de Complejo-B completo (tiamina, riboflavina, niacina, piridoxina, cianocobalamina, ácido folico y biotina) apoyan al sistema nervioso adecuadamente. La mayoria de las vitaminas B son también esenciales durante la vida entera y embarazo o desarrollo del feto.
Renzo J. Bustamante-Wendorff, B.S., M.S.
Research & Development
References: New Scientist, June 17, 2017
