Edad Cronológica vs Edad Inmunológica.
El sistema inmunológico se debilita a medida que uno envejece. Debido a esta realidad, personas mayores de 70 años tienen un mayor riesgo para contraer enfermedades. Pero lo que si es un hecho es que cuando se trata de la salud inmunológica, la edad cronológica es simplemente un número. Ciertas personas tienen un sistema inmunológico que es significativamente más viejo o más joven que la propia edad. Algunas personas de 60 años tienen un sistema de una persona de 40 años, mientras que otros tienen uno de más de 80 años.
Lo interesante es que existen varias formas simples para retroceder el reloj inmunológico. Así haya pasado la amenaza del virus Covid-19, tarde o temprano aparecerá otro y ninguno de los lectores de este artículo estará más joven.
El sistema inmunológico es el segundo más complicado del organismo después del cerebro. Este consiste en cientos de tipos de células, moléculas y vias de señalización controlada por unos 8,000 genes que interactúan en una red de un complejidad casi infinita.
Si tiene usted menos de 60 años, goza de buena salud y no tiene hábitos malos o un estilo de vida destructivo, entonces su sistema inmunológico probablemente esté funcionando lo suficientemente bien como para poder mantenerlo sano y sin peligro de desarrollar una enfermedad infecciosa, incluyendo el coronavirus (Covid-19).
Lamentablemente, mientras uno envejece, el sistema inmunológico también se deteriora gradualmente. Esta inmunosenescencia (deterioro gradual del sistema inmunológico provocado por el avance natural de la edad) comienza afectar la salud a las personas alrededor de los 60 años. Cuanto más uno envejece, más débil se vuelve el sistema inmunológico y la probabilidad de enfermarse o morirse.
La inmunosenescencia comienza sorprendentemente temprano en la vida, durante la pubertad y puede ser acelerada por todo tipo de factores de estilo de vida. Personas obesas o que fuman son particularmente propensas a tener un sistema inmunológico más viejo que los años cronológicos. El sedentarismo es otro factor contribuyente. Esto ha llevado a un nuevo concepto llamado la edad inmunológica. Es similar a la edad biológica, que utiliza indicadores químicos que se agregan progresivamente a los genes a lo largo
de la vida para medir cuán lejos ha recorrido la trayectoria del envejecimiento, independientemente de la cantidad de años en el reloj. La edad biológica y edad cronológica suelen estar estrechamente unidas, pero pueden diferir hasta 20 años en ambos sentidos. A diferencia de la edad cronológica, la edad biológica puede subir o bajar, generalmente como resultado de cambios deliberados en el estilo de vida.
Las células T son un tipo de células inmunológicas que empiezan a fallar a medida que uno envejece. Estas células son importantes para una respuesta inmunológica efectiva. También los neutrófilos, representando la primera defensa ante el ataque de un antigeno ó agente extraño se deterioran y se inhiben al haber una condición inflamatoria.
Para poder evitar el daño, Dayong Wu, médico y inmunológo de la Universidad de Tufts en Boston recomienda los siguentes suplementos:
• Vitamina C: Contribuye a la defensa inmune al apoyar diversas funciones celulares
del sistema inmunológico innato y adaptativo
• Vitamina E (200 UI): En personas mayores ayuda a disminuir la tasa de infecciones
de las vías respiratorias superiores
• Vitamina D3: Aparece también prevenir infecciones del tracto respiratorio superior
• Zinc: Tiene poderes inmunoestimulantes y es esencial para las infecciones virales
Renzo J. Bustamante-Wendorff, B.S., M.S.
Research & Development
References: New Scientist, March 28 – April 3, 2020
